martes, 21 de septiembre de 2010

Una de mis recetas favoritas

DELICIAS
A LA SILA


Ingredientes:

 1 Sila
 1 Luz errante
 4 brazos
 4 piernas
 300 gr. de miradas
 unas pocas sonrisas nerviosas
 2 copas de volvoreta
 8 cucharaditas de caricias
 10 cucharaditas de besos
 20 suspiros (como mínimo)
 1 abrazo infinito
 10 ½ l. de dulzura
 Repetidas dosis de pasión
 aceites
 sales
 esencias

Elaboración:

1. Dejar macerar las miradas en la copa de vino
2. Desmenuzar las sonrisas para que sepan a más.
3. Confitar las caricias para que tomen cierta calidez
4. Amasar besos y suspiros.
5. Los abrazos y dulzura deben añadirse a la dosis de pasión
6. Añadir los aceites y las sales a una buena bañera y cuando todo empiece a tomar color, añadir la esencia.
7. Poco a poco se van incorporando el resto de los ingredientes que hemos ido pre-cocinando y una vez todos en uno, hay que ir removiendo, agitando y amasando de forma muy lenta y esmerada al menos durante 1h 30m

Si estos pasos se respetan, os garantizo que las delicias son deliciosas.

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. ¡Absolutamente genial y sobradamente comprobado!
    Sólo me permitiría hacer una pequeñisima observación de carácter hidráulico: Creo que lo de la bañera, puede también funcionar sin agua, en aras del ahorro de este bien finito, o en su defecto, utilizarla luego para el retrete (y perdone por romper el clima romántico que me encontré). No recomiendo la utilización de leche de burra por el coste energético de subir el envase al cuarto de baño o al quinto izquierda.
    Tampoco descarte de cuando en cuando la variante de preparación: "Quicky" con algunos ingredientes sin pelar del todo; amasado vehemente y breve sin orden ni concierto... y hablando de concierto, recuerde que esta modalidad tiene el inconveniente decibélico que pone en evidencia a los cocineros ante los vecinos más lejanos del edificio; luego tendría que ponerse un guardia jurado en la puerta para ahuyentar a los que quieren sumarse al festín... y no mola pensar tanto en los accesorios.

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