viernes, 25 de febrero de 2011

Vínculos

No hay lugar a dudas que, lo que sucede hoy, es fruto del pasado. No del pasado más próximo, sino de los inicios del tiempo.

Hoy estoy aquí, porque hace cientos de años, e incluso miles, algo se estaba gestando para que yo, hoy, estuviera aquí, en este preciso instante. Yo, y todos nosotros.

Todos y cada uno de los seres del planeta, están vinculados entre sí. Si fuésemos devanando la madeja, llegaríamos al inicio de un final que tuvo inicio y, así sucesivamente ya que, esa materia prima siempre ha sido la misma. Todo tiene un mismo origen.

Al igual que los rasgos, carácter y enfermedades se heredan, también heredamos los sentimientos, ya puedan ser malignos o benignos. Sin saberlo, no nos cae bien alguien de nuestro pueblo, sentimos rechazo por un color, nos molesta cierto olor, o, tenemos fobia a la mar. Un santo día, cae en nuestras manos un instrumento musical y los acordes fluyen por sí solos… un simple lápiz y folio y sin saber por qué logramos hacer un magnífico dibujo. No conseguimos llegar a descifrar ni una milésima parte de los vínculos que nos rodean, de esos que en su día se fueron transmitiendo unos a otros hasta llegar al instante preciso en el cual nos encontramos en este también, preciso instante. Frases que fueron dichas antaño, posiblemente por alguno de nuestros antepasado y, que nosotros inconscientemente, sin saber porque, utilizamos. Todos las aptitudes, mañas, nuevos conocimientos… todo lo que cada uno de nosotros vaya elaborando o creando en su interior, libre de todo aquello que nos provenga genéticamente, también va formando parte de la misma cadena, esa que ya llevamos arrastras, esa que se nos encomendó el preciso día en que nos engendramos. Creo que, todo aquello que vamos aprendiendo, sea que nos haya sido legado o , no. Todo se va registrando en nuestro interior, procesando esos datos que formaran parte de ese vinculo que todos compartimos, ese que es de uso común, procedente de un mismo origen, ese que no tiene principio, ni fin.