martes, 4 de agosto de 2015

Cuestión de gustos...


Sobre gustos no hay  nada escrito: Cada uno es libre de desear o de opinar lo que quiera.

Hace unos días fui invitada a una fiesta muy lujosa. A punto estuve de no ir ya que aunque no tengo nada en contra de nadie, tengo mis preferencias. La excusa que busqué para no ir no me sirvió y me prestaron un vestido que jamás hubiese ubicado en mi armario.  Podría haber seguido buscando excusas y no ir pero la curiosidad y mi afán de observar y analizar me venció. Me ha costado ponerme a escribir como aconteció la noche, lo que experimenté y como me sentí pero, solo digo que voy a omitir los detalles pues acabo de cenar y quiero tener una buena digestión.

Supongo que efectivamente, contra gustos no hay nada escrito.

Mi cena ha sido exquisita, una fresca ensalada de brécol al vapor con tomate natural rallado, bonito en escabeche de elaboración propia, pétalos de sal y un chorrito de aceite de oliva virgen de Baena.

Según estaba deleitándome con esta delicia, no dejaba de pensar que  muchas personas serían incapaces de comerse lo que a mí me parecía una delicia y, claro, esto a que se debe? Por qué a unos les gustan unas cosas y a otros no.

Porque no nos gustamos los seres humanos los unos  a los otros sin distinción. Por qué gustamos a unos y a otros no. Está claro que porque cada uno ve las cosas de distinta forma sin que en ningún momento sean distintas. Solo se perciben como nuestro organismo, ser, nos lo permite como seres únicos que somos. Nos han enseñado ha diferenciar las frutas , su aroma y sabor. Las flores con su colorido y también aroma.  Nos han enseñado a diferenciar los distintos elementos e identificarles. Nos han enseñado a percibir las distintas texturas existentes. En resumidas, nos han programado para sentir y percibir lo que nos rodea de forma genérica. Si de repente la naranja se llamase y fuese una pera y viceversa y el viento se llamase lluvia y viceversa. Si lo que conocemos como liso se llamase rasposo y viceversa. Que sucedería? Pues que la pera sería una pera(antes conocida como naranja)  y la naranja una naranja(antes conocida como pera) sin que su aspecto influyese en nada y así con el resto de la programación. Quien dice que todos percibimos los sabores de la misma forma. Que algo tan sencillo como una naranja tiene el mismo sabor para todos. Quien puede asegurarlo. Puede que solo nos hayan enseñado que es qué y para cada uno tiene un sabor ,olor etc.  distinto por eso a unos gusta y a otros no. Como algo delicioso puede no serlo. Todo es tan relativo.

Pienso, que si de no haberme negado a  degustar el otro día en esa fiesta el caviar y el champagne supuestamente mejores del mundo, me hubiese gustado al igual que lo que mostraban el resto de los allí presentes. Entre ellos, los sabores resultaban ser idénticos?  Seguro que en este caso, todos tienen el mismo paladar…