domingo, 15 de abril de 2012

Plana es la tierra...




Hace unas semanas, mi amiga y yo planeamos unos días de playa y, allá que te vamos!!

Ambas tenemos mucho en común y, no solo nuestro parecido físico. Nos unen no solo las cosas que ambas sabemos que nos unen, sino aun más de las que podemos imaginar y, que vamos descubriendo. Para nosotras, todo es ¨nuevo¨ ya que nuestras vidas son vidas nuevas a pesar de nuestra NO tan corta edad. Uno de mis requisitos previos al viaje era, que saliésemos al amanecer, cosa que después de averiguar a que hora sucedía y ya que era a las 06:01, decidimos encontrarnos con este fenómeno a medio camino pero, el significado aun seguía siendo el mismo; ir en busca de un nuevo amanecer para ambas. Justo entre las montañas, después de unos kilómetros de viaje apareció el majestuoso ofreciendo a todo ser viviente que lo preciara, su energía vital elegantemente conjuntada de lila anaranjado, la dije, mira, ahí está, el nuevo amanecer, a por ello!!!

A veces, a pesar de que sabemos que existe un amanecer cada día, a pesar de saber que existe el horizonte, nos sucede como en los tiempos antiguos en los que se pensaba que la tierra era plana y que llegados al límite se caería al vació infinito después de haber pasado por infinidad de dificultades de origen climatológico, tempestades, torbellinos que se tragaban navíos, monstruos marinos...  De que nos sirve saber a ciencia cierta que la tierra no es plana, que existe un más allá del horizonte y que cada día amanece, si al igual que en tiempos antiguos, el horizonte es una incógnita. Ayer era leyenda y hoy, es realidad.
El horizonte existe pero a duras penas logramos llegar sanos y salvo ya que EXISTEN torbellinos que nos ingieren, tempestades que destruyen nuestra ilusión por mínima que ésta sea , hay miles de monstruos que si nos descuidamos nos despedazan y, si logramos llegar al borde del horizonte lo próximo con lo que nos encontramos es otra lucha idéntica a la anterior con lo que nunca, llegamos al otro lado, al menos, no muchos de nosotros.

Por entonces, la idea de pensar que la tierra era plana, limitaba la expansión y las oportunidades que de existir, deberían de ser mínimas debido al miedo a evolucionar si atravesar y sortear tan difíciles obstáculos hacia el horizonte se trataba. Para mi, la tierra a vuelto a ser plana y no hay un dios que la de forma...

En-seres





No siempre sabemos lo que queremos y cuando creemos saberlo, tampoco estamos completamente seguros. No siempre lo que queremos es lo que seguiremos queriendo. El ser humano es variable por naturaleza. A veces creemos saber lo que queremos durante un tiempo pero ello no significa que perdure. Sucede que, cada vez que creemos querer algo, no sabemos que ello, el querer, supone implicar e implicarse especialmente cuando a seres se refiere y que  querer, siempre deja poso. Cuando más se quiere es mientras se está cociendo la idea del querer, llegado el momento de obtener lo supuestamente querido, la sensación deja de ser de querer sino de conquista, posesión, adquisición... pasamos al siguiente plano y llegan las dudas por motivos insignificantes que parecen gigantescos, lo quiero o no lo quiero... ¿realmente es como quiero que sea? le doy vueltas por aquí y por allá y no se lo que hacer... si , no, si, no... decidimos dejar de quererlo y desde ese otro lado, en ese preciso instante empezamos a quererlo de nuevo. Mientras se tiene algo, se deja de saber si se quiere o no ya que ya se tiene. Es antes cuando más se quiere por el ansia y el deseo de obtenerlo y, después, por haber pensado en perderlo o, por haberlo perdido y, es nuevamente cuando nos llegan las dudas por volverlo a querer. La duda ante el querer suele residir en el hecho de como nosotros queremos que sea aquello que queremos. Todo aquello que hemos ¨poseido¨ ,a pesar de haberlo dejado y, si sucede que volvemos a encontrárnoslo y esto forma parte de las pertenencias de otro, sentimos una rabia interna ya que ello fue  nuestro y aunque solo sea por unos instantes, desearíamos tomar nuevamente posesión. Es como cuando das algo que ya no usas a alguien y, de repente un día se lo ves puesto o que lo está utilizando y, en ese momento, le vuelves a sacar el atractivo que ya había dejado de tener a tu lado y, te gustaría recuperarlo. A veces, es por esto que comento que, acumulamos objetos que no nos sirven de nada, ocupando el espacio de lo nuevo por llegar y, lamentablemente este comportamiento se da entre los seres humanos y estos, no somos enseres...