miércoles, 19 de septiembre de 2012

Papeles al viento

Hace más de un mes que no escribo nada, mejor dicho, hace más de un mes que no cuelgo nada en este espacio. Hoy he estado recopilando apuntes que he ido tomando en este tiempo, apuntes en cualquier espacio en blanco de cualquier papelote; extracto bancario, factura del gas, de la luz.. !vaya con los papelotes! me despluman a mi y despuntan mi pluma. Hay tanto acumulado, tantas ideas por poner en limpio que, no sé por donde empezar. Puede que la solución sea, hacer de esos papelotes miles de cachos y lanzarlos a los 4 vientos y dejarles esfumar sin ningún dolor, sin sensación de pérdida sino mas bien, un tanto de liberación.

Que es la vida sino un cumulo donde todo  se va almacenando sin ocupar lugar. No existe micro chip de tales micro dimensiones capaz de acoger todo aquello que ha acontecido a lo largo de nuestra existencia, a lo largo de la existencia desde el comienzo del primer vestigio de vida humana . Toda nuestra historia se recoge así misma, se almacena  y distribuye  distorsionándole dependiendo de que forma es nuevamente liberada y por quien. La vida, ese cúmulo que entre todos hemos ido rellenando, a pesar de tener un volumen inmensurable es a la vez tan reducido que, no precisa de lugar de almacenaje, se sostiene por si misma. Donde queda ese registro de nuestro paso por aquí, donde todo eso que hemos cultivado. Intentamos dejar notas que den fe de nuestro paso por la vida. Acumulamos todo aquello que consideramos que significa vivir, que deja poso en nosotros mientras existimos, pero que no tiene acceso a ese otro almacén que no ocupa lugar. Llegamos semi-vacíos y a pesar de toda una vida de relleno, todo acaba en ese micro almacén que tanto lo es, que deja de ser visible, deja de ser físico y se recicla para un nuevo uso por llegar... para otro.

O, somos como esos papelotes llenos de notas que, una vez saturados, hechos miles de cachitos, el unico almacen que nos queda, lo único que nos libera, son los 4 vientos.