lunes, 15 de febrero de 2010

Universo


Hoy me he asomado al ventanal norte de la planta 6ª donde paso 6 horas del día, son las 6 de la tarde y, no, no es el 6 del 6 del 2006, aunque la fecha parece aproximarse.

A estas horas, ya ha caído la tarde y tanto la sierra de Madrid como los edificios de la ciudad - los cuales puedo divisar perfectamente desde aquí- se encuentran envueltos en una amalgama de dorados, lilas, verdes, anaranjados haciéndome estos sentir y disfrutar , mi propia Aurora.
Veo bastante de cerca el modernísimo edificio del Hotel Avda. de América, también este aporta colorido a mi Aurora.

Veo el reloj digital del edificio IBM de numeración encarnada, marcando sin prisa , pero sin pausa el tic tac de la vida… marcando cada minuto imparablemente, haciéndome conocedora de mi rutina…tic tac tic tac.. y recordándome a la vez que ésta, es parte de la vida.

Veo la M-30 con circulación dirección sur, faros blancos de excesiva brillantez que observándolos con los ojos a medio cerrar o a medio abrir.. dejan de tener forma para convertirse en un río de hielo.

Veo todos esos coches y pienso en las personas que van dentro, que van en dirección a sus destinos, dirección a sus vidas, a las vidas que cada uno de nosotros tenemos y que resultan ser cada una de ellas, un universo aparte. Pienso en como pueden sus vidas desarrollarse, de que manera viven, como será su convivencia y, que dentro de esta convivencia , hay otros seres que son también un universo.

Veo desde mi coche y en la oscuridad de la noche ,según me dirijo a casa, bloques de pisos con sus persianas alzadas permitiéndome la indiscreción de ver ligeramente su interior, veo la luz que sale del interior de esas casas, veo algunas formas y sombras que son de personas, de universos que están viviendo sus vidas, y me doy cuenta, mejor dicho, reconfirmo lo que siempre he pensado… por qué nos creemos el centro del universo, cuando existen tantos otros… en realidad, somos una diminuta partícula y no nos damos cuenta de ello.