Erase una vez una frase: ¨mucho prometer hasta meter... una vez metido,  nada de lo prometido. ¿ Quien decía esto, nuestras abuelas?
Hoy  día, esta frase carece del sentido de antaño . Ya que, ni el que da ni  el que recibe, creo estén atados a promesas. Mas bien, las tornas han  cambiado y el que mete, desearía que le prometieran.. algo.
A lo que voy. Para mi, esta frase tiene otro significado: Una vez ejecutada  la conquista, se pierde en gran parte el interés.
El  ansia de conseguir el objetivo nos llena de energía para hacer lo  imposible. Si se trata de una conquista amorosa (actual) nos ponemos manos  a la obra. Llamamos por teléfono 5 veces al día, mandamos 10 sms, 10  correos, nos desplazamos donde haga falta, a la hora que sea , ya caigan  chuzos de punta. Todo,  debido a la necesidad de conseguir, de  conquistar. Se crea un ambiente extremadamente emocionante. Palabras  llenas de pasión pendientes de ser consumadas, esas que tanto revuelven  en alma, el ser. Estraperlo de sensaciones  ¡no hay nada mejor! .  Poco a  poco,  la frecuencia disminuye. Ha habido victoria, la conquista fue  exitosa. Ya no importan los sms, los mails dejan de llegar y, a penas  suena el teléfono.
Nunca una conquista lo fue, sin consiguientes  enfrentamientos. Sin intentar despojar al conquistador. Sin que este,  nuevamente intente reconquistar.
Todo aquello, por muy poco  atractivo que sea. Una vez conquistado despierta interés en los demás. ¿  que habrá visto el conquistador de atractivo en su conquista? empieza  la curiosidad a dar fruto a la imaginación y, de un momento a otro, se  convierte en punto de atención. Este, el punto de atención( en este  caso, el /ella) percibe lo atractivo que es para el resto, aquellos que  antes, ni existía para ellos. De repente, todo empieza a cambiar. Su  atractivo realmente se potencia, convirtiéndose en una autentica  realidad. El sentirse bien consigo mismo debido a la subida de auto  estima, hace que la persona florezca , irradia felicidad y, al suceder  esto, el resto de la gente, los otros posibles conquistadores, aprecian  la luz que ahora desprende esta persona recién conquistada y, al igual  que ha sucedido siempre, surge la posibilidad de ser tomad@ nuevamente  por otros.
Lo mismo nos puede pasar con un  puesto de trabajo.  Este, una vez conseguido, después de todo el esfuerzo , de toda la  energía e ilusión puesto en ello. Una vez situados, si no se hace por  mantenerse actualizado, si se llega a la zona de confort, alguien con  ganas de conquista, puede llegar y arrebatarnos este espacio que  nosotros, una vez hemos creído poseer, llegamos a  descuidar. Todo  aquello  que se encuentra  accesible para uno, lo esta para miles y, si  nos creemos que una vez en la meta, ya hemos ganado, estamos  equivocados. Ahí, en ese preciso instante, es donde empieza la carrera.  La de mantener lo que hemos conseguido, alimentando cada instante,  mientras dure.  El creer estar completamente seguros, sea de la forma  que sea, nos conduce a una ligera dejadez . Nos despreocupamos lo  suficiente, como para que en ese espacio que dejamos a la intemperie,  por esa diminuta ranura, entren vientos nuevos, con aires de conquista.
lunes, 14 de marzo de 2011
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