sábado, 23 de enero de 2010

Espejito, espejito

Cuando me cruzo con una persona ciega, siempre veo en este, a la persona que está detrás…esa persona qué le asesora en lo que a imagen se refiere. El ciego no sabe de colores, no sabe si su cabello está mal peinado o, si tiene canas. Tampoco sabe si la camisa que se ha puesto, a caso combina con alguna de las demás prendas que lleva puestas. Si observamos, por lo general, visten y su imagen, es de lo mas sencillo ybastante clásico. No llevan gran variedad de coloridos, más bien todo va entonado, tanto en verano como en invierno y, posiblemente, porque la persona que les asesora no se atreve a ponerle a esta persona, lo que ella/el, se pondría. Todo aquel que está bendecido con la facultad de ver, no siendo que se ponga ante un espejo, al igual que el ciego, no vería el color de su cabelloy , lo que más conocería de si mismo, serían sus manos y la punta de su nariz. Esto sería así de no existir los espejos... veríamos el transcurso de la vida, a través de lo que los demás mostrasen de sí. Si uno lleva los pantalones rojos y rotos, pues yo también, que ese lleva los pelos engominados en forma de cresta… pues allá que te voy!
Que esa lleva el rabillo pintao en el ojo, pues que bien queda! Que los pantalones solo los llevo para que se me vea el calzoncillo o la braga, pues es como debe ser..

Y me pregunto; de qué nos sirve ese portentoso invento llamado espejo? Es que estamos tan ciegos que no nos reconocemos de ninguna de las maneras, por eso seguimos las tendencias de la moda cada temporada en busca de nuestra identidad …qué tendrá esta que nos ciega y no vemos más allá? que desazón... que tristeza.

1 comentario:

  1. ¡PLÍÑ!
    Los espejos están ligados a las leyes de la óptica y la física; los humanos en cambio, ven más allá de ellas, y buscan en el reflejo, guiños y atisbos de leyes propias o ajenas que copiar para ser algo o participar de las señales de un grupo determinado
    No soy un tipo elegante; como dijo un heterónimo de Pessoa: "Mi elegancia es interior", y me basta con no ver lamparones en lo que me pongo para dar el OK a mi forma de entrar al mundo en cualquier día
    Ahora, si voy a ver a alguien que me interesa por alguna razón, me centro, no en la combinación de colores, sino en distraer al motivo de mi interés, para que se le escape analizar lo que "yo" considero mis puntos débileas para una primera impresión
    Al resto del mundo le pasa exactamente igual, con los matices lógicos que la seguridad en uno mismo dotan a cada cual
    Si un día fuera a verla, me gustaría encontrarla tal cual se la ve en la foto que preside su perfil, levantando los brazos para abrazar a un tipo altísimo, así sabré que su entusiasmo es para un hombre que viene detrás de mí, y pasaré de largo refunfuñando con mi mejor príncipe de gales, mi bombín y mis zapatos de charol negro

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