lunes, 21 de agosto de 2017

Sensación de Vivir!!!

Un día cualquiera, no sé qué hora es. Me dispongo a circular con el coche, ahora no recuerdo a donde fue. Semáforo en rojo obliga a parar. A mi diestra sonido de motor ajeno percibo. Acelera y vuelve a acelerar. No tengo intención de ceder y no salir la primera. De reojo hacia el obstáculo miro y, una mano varonil con reloj de pulsera, era. Escaneo el resto del material y lo que mis ojillos ven nublan la visión. El varón perfecto existe indica mi ser al ver semejante belleza. Perfil con barba ilustre perfectamente arreglada, pelo liso, largo azabache, deslumbrante, sujeto en coleta. Traje y corbata negra, camisa blanca encalada. Sale disparado cuando el semáforo se torna verde y , yo me dejo… Es el lateral de su vehículo el que me proporciona los datos precisos para hacer un seguimiento de quien podría ser él. Bendita sea a veces internet y la facilidad de localizar prácticamente todo aquello que se nos venga en mente. Y, de la misma forma FB vincula con toda actividad posible de los sujetos. Y si, en 5 minutos supe quién era y a que se dedicaba y, pude también comprobar que es vecino de mi barrio. Varias veces he vuelto a ver el coche aparcado a escasos metros de mi casa pero, nunca a él. Ocasionalmente le he ido siguiendo en FB desde hace un año aunque él no ha aceptado amistad. Tiene muchos seguidores y amigos ya. Me entusiasma saber que existen seres maravillosos que con el swing de su cuerpo y manos hace entonar voces y corazones. Cuando me siento triste y carente, le busco a mi manera, me recreo en sus gestos y expresiones y ello me provoca sensación de vivir. Mi compañera y amiga, de la noche a la maña le detectaron un tumor cerebral, haciendo suplencia y mi tarea estoy, pero con todo el cariño lo hago, por mí y por ella. Debido a esta situación, y con el fin de que salga y no canse, le ofrecí quedar para cenar en lugar cercano a su casa, lugar que conozco pero que rara vez frecuento, El lateral de Arturo Soria. Lo pasamos muy bien juntas, ambas tenemos parecidas inquietudes y pensamientos y la conversación entre nosotras es agradable y fluida. A determinada hora ella se siente cansada y decidimos salir del restaurante y poner fin a la velada. Según caminamos entre las mesas de las varias terrazas, de repente veo un hombre vestido con camisa blanca encalada, con pelo liso, largo azabache, reclinado ligeramente sobre una mesa con lo que parecía una partitura, encima de esta. Digo a mi amiga, ese es JPDJ? Y ella dice quien… me acerco a él y suavemente le digo; hola, eres JPDJ ¿el levanta la mirada y se incorpora para presentarse. Sí, soy yo me dijo (a mí me lo va a contar) hola, soy vecina tuya y te vengo siguiendo en FB desde hace tiempo. Esta es mi amiga, y les presenté sin haberle dicho como me llamo. Me dijo, mirándome a los ojos como tiene que ser, yo vengo aquí mucho ya que mi mamá está enferma y la cuidan aquí enfrente. No le dije nada, ni lo siento ni que le pasa… solo le miraba, escuchaba su voz de tono y acento tan particular. Bueno, pues me alegra haberme atrevido a interrumpir y saludar, a ver si nos vemos por el barrio, le dije a la vez que empezaba a alejarme. Echo los brazos y allí me encontré durante breves instantes… acto seguido nos propinamos dos besos. Que barba tan algodonosa, que placer esos instantes de proximidad. Caminamos lentamente alejándonos, al menos yo, del paraíso terrenal. Mi amiga me dice, Sila, no te has visto lo guapa que te has puesto mientras hablabas con él, guapísima de verdad. Él te miraba muy entusiasmado, me dice. Solo estaba siendo él, me dije. Esa noche visité su FB y disfruté de nuevas fotografías y, entre una de ellas, la más hermosa de todas y la que provocó en mí nuevamente esa sensación de vivir, la foto de él con su recién nacida hija en brazos mirándola con los ojos del amor autentico, de ese amor que siente un padre cuando se encuentra con su retoño por primera vez. Verles y percibir ese estado, el del bebé relajado sintiéndose amado y protegido y la del padre amando y protegiendo provocó en mi lágrima de emoción y felicidad. Felicidad por saber que hay personas felices y viviendo sus vidas aportando a los demás aquello que mas se precisa en la vida, amor. Vuelvo a ver algunas de las fotos en su FB y todas me indican lo mismo. Devoción y romanticismo en todo aquello que le rodea. Soy feliz, porque en aquellos instantes que compartimos en lateral, él fue mío, y solo mío. Todos somos seres compartidos, que nos conste. Y, todos debemos contagiarnos del amor que otros otorgan, aunque este amor no sea dirigido a nosotros directamente. Ser felices por ver a otros felices es un acto de gran generosidad. Apliquémonos el cuento!!!

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