martes, 29 de mayo de 2012

Redondo de ternera, eran...

Se dice que, siempre hay alguien que estropea la foto, que agua la fiesta, que arruina tu día.
Hoy,  mi día no ha sido aguado, ni arruinado por nadie y, lo de las fotos, la solución es no dejarse fotografiar.

Esta mañana antes de salir de casa, he dudado si me ponía o no unos zapatos enrollados  nuevos. Cabía la posibilidad de que el hecho de ser nuevos, pudiese hacer que en  unas horas me molestasen pero, como no lo sabía con certeza, me los he puesto aun sabiendo que debería aguantar con ellos unas 12 horas, en cualquier caso. La mañana no ha estado mal- las 2 primeras horas- ha llegado la hora del café , ese que es la maravilla  normalmente , y, al llegar a la cafetería que estaba como siempre, hasta los topes, me ha parecido un horror lo que en condiciones normales, es una fiesta hasta que toca el turno y, he dejado plantadas a mis amigas y he salido pitando y he bajado a la  cafetería de la planta baja  donde sabía que me podía sentar mientras esperaba y tomaba el café. Normalmente me suelo mover mucho por la distintas plantas del edificio alegremente pero, hoy, he evitado esta situación y las veces que no he tenido más remedio, lo he hecho bastante baja de espíritu y nada simpática. Había quedado para comer y he caminado hacia el restaurante con el pensamiento, mejor dicho con todo mi ser pendiente de los dos corazones que latían en mis pies, nada me interesaba en ese momento, absolutamente nada. Malamente he comido mientras disimuladamente he liberado un poco a estos pobres desgraciados pero, y al deslizarlos nuevamente en la trampa... !chispas!

Hemos visto de vuelta, al pastelero que siempre nos saluda y dice alguna parida que normalmente soportamos pero, en este caso, ha recibido un gruñido de por mi parte. Dan las 18:00, se acabó la jornada y de camino a casa voy dejando en sus destinos a 2 compañeras, esto alarga el camino pero bueno. Lo que normalmente es un vacile y risas, ha sido de lo más aburrido, apenas he conversado con ellas y estaba loca por dejar de verlas ,ya. Aun me quedaba otra ruta por hacer antes de llegar a casa... ir a un centro comercial a recoger un paquete. Conducir es de las cosas que mas disfruto y en esta ocasión  ha sido un horror, el dolor que sentía al acelerar o frenar me hacía sudar ya que me alteraba el sistema nervioso. He sacado un dedo a un conductor y un peatón que cruzaba por donde no debía, le he dado una pitada, cosa que no hago en condiciones ¨normales¨. Al llegar al aparcamiento de casa, me he quitado los zapatos y he caminado descalza. En ese momento, he sido la mujer mas feliz de la tierra a pesar de llevar los pies como dos redondos de ternera atados. Las marcas, acaban desapareciendo una vez liberados y los pies vuelven a la normalidad.

Esta situación de hoy en concreto, me ha hecho pensar en mi, en la cantidad de años que fui  siempre con la sensación de llevar los zapatos super apretados. Quería quitaremos ya que debía, debido al dolor, pero al igual que hoy los he aguantado pudiendo haber parado en una zapateria y comprar unas chanclas baratas y así dejar de sufrir y no lo he hecho, así me sucedió durante años y ello, a pesar de mi empeño en ver las cosas maravillosas de la vida y saber que existían, era más fuerte el dolor y a lo dulce lo convertía en amargo y el sol siempre estaba nublado. Yo sabía que los zapatos eran el problema y poco a poco les fui aflojando la hebilla hasta que un buen día conseguí desabrocharlos por completo y lanzarlos a los vientos. Desde ese momento, todo retomo su forma original ya que el dolor no distorsionaba ni visión, ni mi tacto... ninguno de mis sentidos, esos que estaban ahí esperando a que yo resucitase y, así fue. Me dije que , por supuesto que volvería a ponerme zapatos, todos los que necesitase hasta que encontrase el que se adaptase perfectamente a mi horma pero que, también debía entender que a veces, hacen rozaduras pero es por mal uso, no porque en realidad no sean los adecuados. Me prometí a mi misma que no volvería a aceptar zapatos que me apretasen de esa manera, que nadie merece tal sacrificio y que uno, se puede y debe descalzar cuando así lo considere.



http://www.youtube.com/watch?v=JEgg33GOBbM

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