martes, 17 de enero de 2012

Vaya vaya..

No recuerdo muy bien la cita, pero sí recuerdo que fueron palabras de Napoleón. Lo voy a contar como lo recuerdo haber escuchado; En una de las batallas, hacía un calor sofocante y los soldados se desplomaban exhaustos. Pasaba Napoleón a caballo y uno de los soldados se atrevió a decirle el calor que hacía en el lugar y que podrían morir deshidratados antes de entrar en combate. Napoleón le indicó que plantasen cientos de árboles. El soldado contestó que los árboles tardarían décadas en dar sombra. Por eso mismo debéis sembrarlos lo antes posible, contestó Napoleón, ante el asombro del soldado.

(si alguien sabe la historia completa, me encantaría que me lo mandase)

Si se tomasen como ejemplo esas palabras, estoy convencida que el mundo sería otro. Si se tomasen como ejemplo esas palabras, viviríamos hoy pensando en los que vivirán mañana. No consideramos si estos, los que lleguen, sean nuestros hijos, o los hijos de estos. El hombre, debería tener vetado el derecho de decisión a traer seres al mundo mientras éste, el hombre, siguiese teniendo capacidad de auto destrucción.
Para que dotar a la mujer de el don de olvidar el dolor después del parto para nuevamente gestar y parir y otra vez más. O, es que somos similares a los conejos y necesitamos descaste. O, peor aun, nos auto-descastamos. O, peor aun, descastamos a nuestros propios descendientes y estos a la vez, los que sobrevivan, lo harán con los suyos. Es el legado que vamos transfiriendo en la cadena genética desde que el mundo es mundo. Todos, al igual que la mujer que olvida el dolor, olvidamos que estamos en transito, que aquí no nos vamos a quedar. No nos conformamos con nada y nada nos conforma. Repudio al primer ser humano y a todos los que han ido poblando la tierra, obviamente, me repudio a mi misma por formar parte de ella y repudio a los que vayan llegando y sigo repudiando hasta el último por llegar ya que visto lo visto, cada uno, va destruyendo a su medida,lo que va quedando de lo ya destruido. A pesar de no tener noción continuada de que vamos a morir algún día,lo sabemos y a pesar de ello, codiciamos hasta el ultimo momento pensando que no nos va a tocar a nosotros. Ese debe ser el secreto, olvidarnos hasta el último momento para así dar paso a la vida. Todo es tan confuso, por más vueltas que se le de, de una forma o de otra, por un motivo u otro, siempre llegamos al mismo punto en cuanto a nuestro comportamiento básico.


Para lo que me queda de estar en este convento, me cago dentro...

1 comentario:

  1. Es cierto, cada generación se queja alegremente del mundo ruinoso que le han dejado las generaciones anteriores, a la vez que deja a las siguientes un mundo más ruinoso todavía.

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