lunes, 10 de octubre de 2011

Momentos

A veces, llegan a nosotros personas que, con motivo significante o sin el, permanecerán con nosotros en nuestro subconsciente, siempre.

Para mi, el día que un hombre totalmente desconocido para mi me dijo unas palabras que debido a su terminología requirieron traducción y, que esa traducción a pesar de ser bien clarita yo me negaba a entender. En ese instante sus palabras y su cara se me quedaron grabadas para la eternidad. Jamás olvidaré ese momento a solas con él. Nadie me había golpeado en mi vida tan fuerte como lo hizo él, el médico.

Era gélido como el mármol. Había sido médico de prisiones durante muchos años y se decía que cuando Juana Chaos permaneció en el hospital durante su huelga de hambre (en el 12 de Octubre) que éste, el médico le leía la prensa y le visitaba para darle ánimos fuera de horas de trabajo. Esto creó muy mala prensa pero, a mi me demostró que era un gran profesional y, alguien con ganas de acabar con esa fachada. Ingresé a mi madre el 10 de Septiembre 2008, al día siguiente fue cuando él me dijo la enfermedad que mi madre padecía. Era cáncer de páncreas y nada se podía hacer por ella, salvo cuidarla y amarla hasta el ultimo momento. El fue rotundo en sus respuestas cuando yo le preguntaba si había posibilidades: ninguna. Cuanto tiempo la queda; cuatro semanas. El 10 de Octubre, a las 09:03 ella despertó después de una semana sedada, estábamos solas, como las dos queríamos que fuese y, abrió los ojos, la agarré entre mis brazos y la dije; mama, ya te puedes ir cariño, yo te acompaño hasta que llegues al otro lado, no te preocupes por nada, que yo me encargo de todo, ve tranquila, mi vida. Deja conmigo toda la energía que puedas. Y ahí terminó todo. Un mes justo, tal y como él me había dicho.

Esto es lo que escribí para ella;


Si siempre te quise, madre,cuando me tocó serlo a mi, sentí que no habían sido suficientes todos mis besos y abrazos hacia ti. Que te debía aun más amor y comprensión y, entendí que nuestro vinculo es eterno y que solo tendrá fin el ultimo día de mi vida. Aunque me has dejado, no me has abandonado pues siempre pensaré en ti, y estarás a mi lado, MADRE.

1 comentario:

  1. Emocionante lo que cuentas, Sila.
    Fue una bella forma esa de terminar, una bella forma de iniciar ese largo y misterioso viaje...

    Gracias por contarlo. Un abrazo.

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