sábado, 27 de agosto de 2011

Quien me entienda, que me compre...

A todos gusta aparentar,a unos menos y a otros más. Normalmente,a nadie le gusta ser menos que nadie,mas bien, más. Es un reto continuo que de entrar en la dinámica, forma parte del comportamiento, casi habitual. Nos atrapa y solo llegamos a ser eso, apariencia pura.

Aparentar significa fraude, engaño, embuste... no solo hacia los demás, sino hacia nosotros mismos.

Aparentar tener cierto nivel, grado, status, clase ... siempre ha sido y será parte de la comedia humana. Aun el que tiene de verdad, quiere aparentar tener aun más ya que nunca es suficiente, mientras exista quien tenga más.

Aparentar ser muy cultos. Antes, antiguamente, antes de la era informática, cuando todo era a base de enciclopedias, las cuales no siempre tenían edición actualizada, la culturización era lenta y progresiva y, no al alcance de tantos. Lo que se llegaba a saber era bastante limitado... a una enciclopedia pero, aquel que quería avanzar más se las apañaba y lo conseguía y sino, lo discurría. Aparentar no era la prioridad ya que en ese ámbito poco había que disputar. Hoy día, es mucho más fácil adquirir conocimiento de la materia que deseemos, ya sea fabricar bombas,o, cómo doparse ,esnifando sal.. arte, cocina. Pide por esa boquita y será otorgado en cuestión de segundos. Esto está muy bien pero,ir picando de un lado a otro simplemente por el gusto de enterarse, no significa aprender, no se almacena en el mismo lugar y vamos saturándonos de pura porquería que va ocupando un lugar que no debería y, que nos crea el hábito a lo superfluo. Al cabo de un tiempo, ni recordamos que hemos ¨aprendido¨. Al igual que el PC se nos queda obsoleto, ocurre lo mismo con lo que de el recibimos, es tanta la información que se convierte en un enjambre.

Este tiempo atrás, vi un anuncio en televisión que escenificaba a la perfección,para lo que se suele utilizar este medio de obtener información y me hizo mucha gracia ya que me recordó a mi, en una ocasión , que os cuento.

Un amigo de mi amiga, se empeñó en que conociese a un amigo suyo y quedamos todos para conocernos. A quien yo iba a conocer, resultó ser un hombre bastante atractivo y simpático y, escultor. Lo pasamos todos de maravilla y él, propuso vernos otra vez. Chateamos y nos escribimos unos días y llegado el momento,me invitó a su taller que a la vez era su casa y, acepté. Preparó la comida y comimos, café y lo tomamos, charlamos, reímos y ambos nos dimos cuenta de que no había nada de química entre nosotros. Regresé a casa tranquila pero con algo que me rondaba por la cabeza. Justo al llegar, sonó un sms en el móvil, era él: Mi querida Sila, eres una mujer maravillosa pero, estamos en distintos niveles, tu mundo y el mio son polos opuestos. Se que encontraras un hombre y que le harás muy feliz, un beso! Pero bueno, que yo podría hacer feliz a un hombre!! ¿¿y yo qué?? No me sorprendió ya que algo así me esperaba pero, lo del nivel, me llegó bien profundo. Durante los ratos que habíamos compartido, él solo quería que yo le dijese lo maravilloso que era su trabajo, se le notaba, que hubiese hablado de política etc etc, pero yo solo quería estar neutra, tranquila para ver su reacción.

A la mañana siguiente, le mandé un correo en el cual le daba mi opinión sobre su obra,sobre la falta de definición y alguna cosilla más y él aceptó mi crítica. No es que sea experta en escultura pero, me las apaño bien pues me encanta y , con mi pobre conocimiento en técnicas ya le podría haber impresionado un poco pero, fui mala, malisima y a parte de lo que de mi salió, le añadí datos que saqué de por ahí (aquí es donde me identifico con el anuncio de televisión que digo) y quedó bordado. Yo sabía que él me iba a contestar y, justo! así fue. Vaya vaya con la niña, pero si sabe de escultura y todo, que calladito se lo tenía! Estaba pensando, que podríamos reconsiderar lo de una relación... Al día siguiente, le envié este presente:



Solo con leerle ya sabía lo que había pero no obstante me atraía y atrevía, me atrevía a profundizar mínimamente en ese torrente, el torrente de frente, siempre!!!

Curiosidad siento y por ello lo intento, intento ver que hay dentro, dentro de los que se consideran distintos ,distintos pero sin instinto, instinto endiosado, pero que osado! Osado pretender que por ser distinto sin instinto , no le merecemos los no distintos con instinto sin considerar que, el no distinto con instinto, sí es distinto y que puede ser que el distinto sin instinto tema ser fornicado por el instinto del distinto con instinto.

Según conducía mi coche rojo , la velocidad roja me llevaba hacia él, él posiblemente superior- superior solo la muerte-, distinto él , distinto no es pues, no tiene instinto para ser distinto. Me preguntaba y preguntaba a mi padre ya inexistente pero existente que, qué hacia, donde me dirigía, en busca, en busca de qué, en busca del amor, del amor también inexistente o del sexo, del sexo convexo. Me dirigía hacia esa montaña oscura y lluviosa yo, toda dudosa pero ansiosa por comprobar y probar y probé. Probé y degusté, degusté el sabor de los distintos pero, de los distintos sin instinto y, mi instinto de persona no distinta con instinto, hizo al distinto sin instinto percibir lo inferior de los no distintos con instinto para que de esta manera el distinto sin instinto se sintiese superior al no distinto con instinto y este, el distinto sin instinto no se sintiese mal por rechazar al no distinto con instinto. Yo, la persona no distinta con instinto queda satisfecha de hacer sentir al distinto sin instinto seguir siendo eso, el distinto sin instinto y que busque su instinto entre los distintos sin instinto. Y por supuesto, hablando de clases y niveles, cada oveja con su puta pareja!!

De vez en cuando, él me manda vínculos de páginas de sus obras . Yo de vez en cuando también le pregundo por ¨peludito¨, su can.

! Seguimos en contacto!

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