miércoles, 29 de septiembre de 2010

Crecer

Ya en la adolescencia creia que era toda una "mujer adulta"… pensé que ya todo lo sabía, que nada quedaba por descubrir, que ya había crecido suficiente. Cierto es, que por entonces así lo percibía , y en parte , así lo era…pero pronto dejó de ser realidad.

Nunca se deja de crecer, aquel que así no lo crea, irá decreciendo. Quedarse en un punto estático, sea este al nivel que sea, puede significar comodidad y hasta cierto punto estabilidad, crear una zona de confort es algo ansiado por muchos, aun siendo que, este estado nos lleva a la parálisis, frena nuestro crecimiento. No hablo de crecimiento obligatoriamente intelectual, sino de desarrollarnos cada uno a nuestro nivel, este nivel puede ser el que cada uno quiera o pueda llegar a obtener… espiritual, cultural, humano….

Yo crecí –en general- hasta los 15 lo que debí tardar en crecer hasta los 25..o más.. y partiendo de ahí llegué unos años después a mi zona de "confort" algo obligado, de lo cual me aproveché de alguna forma, pero que a la vez este me hizo decrecer. Esto lo percibí casi sin querer reconocerlo y, luché por crecer aunque solo fuese a diminutos pasos pero, la zona de confort me tenía tan atrapada que ya no sabía buscar la salida de emergencia, a veces, pensaba que ni tan siquiera existía dicha salida, que no había ninguna... también sabía que esa zona de confort era ficticia ya que no lo era para mi, sino que estaba diseñada por otro para su propia seguridad.

Después de años atrapada en mi parálisis, empecé a mover un dedo y otro y así poco a poco mi cuerpo empezó a tener movilidad, soportando el gran dolor articular que ello me causaba y..”la rehabilitación ,” por fin!

Siempre intento sacar lo mejor de cada situación y, de esta circunstancia que menciono , también lo hago. Ahora, en esta etapa que me ha llegado de crecimiento escojo por donde quiero crecer ya que no tengo tiempo que perder, se los campos que me interesan y en ellos me recreo como posiblemente no hubiera hecho en su momento, ahora crezco conscientemente...

2 comentarios:

  1. Me gusta la gente que es capaz de hacer esta retrospectiva sin concesiones; de analizar sin sentimentalismos los tropiezos dados tras un un balance incompleto (debido a la ausencia de tablas) que pudieran haber sido incluso, defendidos hasta cuando ya no se creía en ellos; pero no se tenía una alternativa para ofrecer o poder cotejar. Estoy de acuerdo con Ud. en que nunca se termina de crecer; que debiéramos plantear nuestras vidas como lo hiciera León Trotsky con la revolución. La revolución permanente, le costó la vida, porque el estalinismo, sabía que era una idea poderosa; que no perdería vigencia mientras existiera su máximo promotor.
    Cualquier zona de confort, tiene su fecha de caducidad, porque en nuestro desarrollo personal, podemos cambiar de idea acerca de lo que es fetén y lo que no. Peor aún cuando compartimos sofá con alguien, y que una vez encontrada su posturita, pretende mantenerla cuando ya no nos molan, y nos oprimen, las patas de alguien en nuestro regazo.

    ResponderEliminar
  2. De acuerdo en todo, Sila.
    Esa "zona de confort" nos atrapa y no nos deja crecer. Así que hay que desprenderse de ella para seguir avanzando. No es que vayamos a rechazar el confort, pero debemos dejar siempre una ventana abierta a la consciencia. Porque, al fin y al cabo, ahí está la auténtica vida, lo demás es como un anuncio de televisión.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar