Patatas fritas

Me fascina cuando escucho decir a los niños qué es lo que les gustaría ser de mayores y, me sigue fascinando cuando pasados unos años aun siguen sabiendo qué es lo que les gustaría ser. Bomberos, enfermeras, médicos, informáticos, dentistas, policías... y un sinfín de profesiones que desde la niñez existe en ellos esa predisposición tan precoz y que en muchos casos, llegan a ser lo que ansiaban desde siempre. Nunca salió de mí decir que quería ser de mayor y, cuando me preguntaban; Silita , y tú que quieres ser de mayor? contestaba, y yo qué sé, dejarme en paz.

A veces, pienso que he vivido mi vida según ha ido llegando, sin cuestionarme ciertos conceptos básicos, como es el querer saber que quiero ser. He "sido"muchas cosas a lo largo de mi vida pero no porque me identificase más o menos con ellas, sino porque han surgido. He sido peluquera, costurera, he cuidado niños y a ancianos, he limpiado portales, he recolectado piña, y a temporadas entre esto y aquello, he trabajado de secretaria y , es lo que hago de seguido desde hace 13 años. He llegado aquí , donde estoy ahora, como podría haber llegado habiendo seguido siendo peluquera o costurera ya que aun ahora, en este mismísimo instante, no se que quiero ser.
Puede que aun no haya tenido tiempo o necesidad de preguntarme a mi misma esa pregunta y, estoy convencida de que a estas alturas, nunca me la haré. No siento en mi interior la llamada por ser nada en concreto ,o, para ser más concreta, por nada. No se trata de falta de interés por la vida ni indiferencia o rechazo a la superación o, a querer llegar, no. Es un estado con el que he nacido y que, mi hijo, sin yo hablarle del tema jamás, ya que este comportamiento es, hoy día, todo un "handicap", él ha heredado.

Puede que sea simplona como una patata, pero bien fritas, no están mal!