Hay cosas que me cuestan. Que intento superar , pero no lo consigo. Y es, porque soy así y punto. Precisamente por saber que soy así y que no puedo cambiar, es por lo que entiendo que a los demás, les puede pasar lo mismo y, llegando a esa conclusión es cuando llego a ese punto dentro del circulo vicioso y, vuelta a empezar. Si me auto analizo firmemente, sin engañarme a mi misma, encontraré en mi el mismo defecto y virtud que reside en cada ser humano. No hay mejor rata de laboratorio que uno mismo.
Puedo exigirme a mi misma hasta la saciedad pero, algo en mi me prohibe exigir a los demás. Puedo darlo todo pero en cambio, soy incapaz de pedir. Soy flexible pero no espero flexibilidad. En realidad, nunca espero nada de nadie, de esta forma lo que pueda llegar, nunca sorprenderá.
Todos sabemos la diferencia entre el bien y el mal. Sabemos perfectamente cuando no estamos siendo justos con el prójimo y el prójimo sabe a ciencia cierta cuando está también siendo injusto.
Sabemos cuando hacemos daño al igual que cuando complacemos, sin que nos lo tengan que confirmar, solo tenemos que ponernos al otro lado para saber que lo que ofrecemos, nos gustaría o no. Con este simple pre-acto llevado a cabo por defecto y con fluidez, los colores dejarían de estar simplemente representados, para pasar a formar parte de nuestra existencia.
Por qué aceptar algo con desagrado o incertidumbre , faltos de convicción pero esperando un cambio. Por que criticar lo aceptado si aceptado está. Por qué intentar cambiar lo aceptado si aceptado está y sabemos que nunca cambiará. Si aceptamos lo inaceptable sabiendo que así es, es inaceptable no aceptar que formamos parte de lo inaceptable y, que estamos nutriendo a nuestra contra. También sucede que, si aceptamos lo inaceptable pero ¨I take you just the way you are¨ pues, ajo y agua!!! y a callar... o, medial vuelta y a empezar.
Puedo exigirme a mi misma hasta la saciedad pero, algo en mi me prohibe exigir a los demás. Puedo darlo todo pero en cambio, soy incapaz de pedir. Soy flexible pero no espero flexibilidad. En realidad, nunca espero nada de nadie, de esta forma lo que pueda llegar, nunca sorprenderá.
Todos sabemos la diferencia entre el bien y el mal. Sabemos perfectamente cuando no estamos siendo justos con el prójimo y el prójimo sabe a ciencia cierta cuando está también siendo injusto.
Sabemos cuando hacemos daño al igual que cuando complacemos, sin que nos lo tengan que confirmar, solo tenemos que ponernos al otro lado para saber que lo que ofrecemos, nos gustaría o no. Con este simple pre-acto llevado a cabo por defecto y con fluidez, los colores dejarían de estar simplemente representados, para pasar a formar parte de nuestra existencia.
Por qué aceptar algo con desagrado o incertidumbre , faltos de convicción pero esperando un cambio. Por que criticar lo aceptado si aceptado está. Por qué intentar cambiar lo aceptado si aceptado está y sabemos que nunca cambiará. Si aceptamos lo inaceptable sabiendo que así es, es inaceptable no aceptar que formamos parte de lo inaceptable y, que estamos nutriendo a nuestra contra. También sucede que, si aceptamos lo inaceptable pero ¨I take you just the way you are¨ pues, ajo y agua!!! y a callar... o, medial vuelta y a empezar.