A veces, llegamos a lugares, no hay preguntas ni respuestas, sino un estado que no tiene denominación, que no tiene forma, ni presencia, simplemente se percibe y se comprende que se ha llegado. Una vez aquí/ allí…. todo fluye dejándose llevar por la corriente o contra esta, nada importa ya que cada situación sea positiva o negativa forma parte de una misma y esta, somos
nosotros visualizándonos de dentro a afuera y viceversa, llegando al entendimiento de que todo forma parte del mismo núcleo y que por separado, no tienen significado.
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Lo explicas muy bien, Sila, son lugares especiales que conectan con nuestro ser interno, y en ellos nos sentimos como en nuestro hogar. Las corrientes pueden ir en uno u otro sentido, da igual, lo importante es que viajamos juntos, y nos sentimos en casa.
ResponderEliminarUn saludo.
Esto no ocurre muy a menudo Sila, pasamos de puntillas por muchos sitios; pero hay charcos a los que damos los tobillos sin arquear el pie
ResponderEliminarEs un mecanismo que nunca he entendido bien