Según removía el cola-cao que estaba haciendo para mi hijo, ese que siempre me pide a estas horas de la noche y que yo encantada le hago aunque ello suponga levantarme del sofá donde estoy medio sopa, pensaba en los cafés que él me ofrece cuando coincidimos en casa a media tarde y que al igual que a él le sabe a gloria el cola-cao que yo preparo para él, lo exquisitos que a mi me saben sus cafés. En Marzo cumple 18 años, será mayor de edad y ya le he dicho que apartir de ese momento, él será responsable de cada uno de sus actos, sea cual sea. Yo siempre estaré a su lado, pero en ciertos aspectos, solo será eso. Esta noche, la niebla era muy espesa, apenas se podía ver a un palmo, las luces de las farolas distorsionaban y todo lo que tan solo había sucedido hace unos días, me parecía lejano, muy lejano. Es una sensación que me llena de vació de dentro a afuera, especialmente en días así. He bajado a buscarle a la plaza a eso de las 00:30, no por nada en especial, sino para aprovechar y vestirme, estirar las piernas y tomarme un caldito de cocido en el bar del gallego. Mi hijo estaba en una mesa del parquecillo de al lado del bar sentado con 5 amig@s todos ellos unos años menor que él. Al ser tan alto y aparentar más edad de la que tiene, parecía el padre de todos ellos. Me he sentido mal en ese instante. He pensado en lo difícil que le resulta encontrar gente de su edad con la cual se identifique. Me he tomado el caldito, he salido del bar y mi hijo a lo lejos me ha saludado agitando la mano alegremente, al igual que lo han hecho sus amig@s. He caminado dando la vuelta completa a la plaza y justo en el parquecillo del lado opuesto a este otro, estaban 3 chavales de la edad de mi hijo, me he parado y nos hemos saludado. Uno estaba fumando un canuto y el otro liándose uno tranquilamente y en el suelo, había como mínimo 6 botes vacíos de cerveza. Uno de ellos, le conozco desde que estaba en la tripa de su madre, ya que yo llevaba a la vez al mio, le he comentado que ya le tocaba cumplir años el 25 de Diciembre y que mi hijo en Marzo. El me ha contestado, tu hijo tiene 17 porque lo dice en el DNI, solo por eso. Y se ha quejado de que no va con ellos y que prefiere ir con chavales menores. Yo he advertido a mi hijo, que una vez tenga la mayoría de edad, el será responsable de sus amigos ante cualquier situación que se presente y lo peor de todo, que los padres de esos chavales, le iban a responsabilizar directamente. Mientras se tomaba el cola-cao, le he dicho que a ver si en un momento dado, encuentra a alguien de su edad y logra encajar. Ha vuelto a reiterar que, él estaría encantado pero que lo duda ya que los chicos de su edad, al menos los que conoce del barrio, solo se interesan en beber , fumar e ir de botellón al parque y que él, no quiere eso. Le observo y me veo reflejada en sus actos ya que yo era muy parecida, o él es muy parecido a mi, más bien. Yo no sufría por ello entonces, y aparentemente, él tampoco padece , pero hoy, en este momento, me toca preocuparme. Espero que mañana todo parezca más próximo de nuevo y que esta sensación que no me gusta y con la cual no me identifico, se disipe a la vez que la niebla.
http://www.youtube.com/watch?v=BVLLD7CgPa8
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